Trazos para narrar el alma: la pintura contemporánea en el Medio Oriente
Las historias que ha aportado el Medio Oriente al desarrollo de la humanidad encuentran en el arte una manera singular de ser narradas. En una región del planeta donde las tradiciones se encuentran arraigadas profundamente, y las tensiones bélicas acaparan titulares, el arte pictórico es una forma de expresión que desafía todo límite, y mediante la unión del pasado y el presente, explora atractivas maneras de expresar sentimientos y sensaciones.
Green Zone Foundation invita a realizar un recorrido por algunos de los pintores contemporáneos más notorios de la región, que mediante su obra narran las complejidades y exponen las bellezas de sus pueblos.
Shirin Neshat y el cuerpo femenino como expresión

La artista iraní Shirin Neshat ha incursionado en la pintura, la fotografía y el video. Nacida en el país persa en 1957, con su obra realiza un homenaje permanente a la identidad femenina, expresando la resistencia de las mujeres en una sociedad compleja como la iraní.
La imagen del cuerpo femenino es usada como metáfora liberadora, que lucha contra la opresión. Para ello, su obra se caracteriza por dibujar trazos de la caligrafía persa en el cuerpo que le sirve de modelo, logrando intensas poesías visuales, como en la creación Mujeres de Allah.
El feminismo se expresa con mayor énfasis en la fotografía, que realiza en blanco y negro, para integrar elementos de la poesía sufí y textos feministas capaces de dialogar entre sí y proponer al espectador una obra pictórica que trasciende lo visual.
Khaled Hafez y la sátira como denuncia

La vida política de los países del Medio Oriente encuentra en la obra del egipcio Khaled Hafez (1963) un espacio para la denuncia de sus principales males: las guerras y la corrupción. Mediante el empleo de técnicas tradicionales del arte islámico en fusión con el arte digital, Hafez logra imágenes satíricas que invitan a reflexionar sobre la actualidad de la región y cómo la globalización y la cultura contemporánea occidental han influido en las sociedades del Medio Oriente.
La técnica de Hafez se caracteriza por el empleo de colores brillantes, el grafiti como modo de expresión espontánea y el collage. El lenguaje pictórico de este creador es comprensible para el espectador menos avezado y expresa la necesidad de hallar el equilibrio entre la añoranza por el pasado y la urgencia social por los problemas del presente.
Su obra más paradigmática es la serie Cultura Pop Faraónica, en que realiza un juego con la iconografía del antiguo Egipto, para traer a debate la identidad contemporánea del país. De esta manera, Hafez revela el carácter vivo del proceso histórico.
Monir Shahroudy Farmanfarmaian y la espiritualidad ancestral

El uso de espejos fragmentados en el rescate del mosaico islámico tradicional es el pilar de la obra del iraní Monir Shahroudy Farmanfarmaian. Con su propuesta de las artes visuales, este artista de la escultura y la pintura realiza en sus obras un juego atractivo de luz, que explora el concepto de la espiritualidad y lo proyecta hasta el infinito.
Su obra Trabajo con el Espejo es un llamado de atención a la descomposición de las facetas de la realidad que invitan a la autopercepción del ser humano. El estilo de Shahroudy Farmanfarmaian emplea los patrones geométricos para proponer una mirada contemporánea que no reniega las influencias del pasado.
Emily Jacir y el sufrimiento del pueblo palestino

El rescate de la memoria, el sufrimiento del pueblo palestino a raíz de la diáspora, el silenciamiento político y el anhelo por recuperar la tierra, son mensajes explícitos que transmite la palestina Emily Jacir, desde una perspectiva íntima y poética. El estilo de Jacir, nacida en 1970, se basa en la abstracción y la figuración, siempre apelando a la emoción y la sensibilidad.
Jacir emplea la acuarela como técnica y emplea el papel como soporte, para transmitir la fragilidad y la fuerza de la identidad del pueblo palestino, que persiste a pesar de los desplazamientos forzados y el sufrimiento de la guerra.
Ahmed Morsi y el surrealismo árabe

El surrealismo árabe encuentra en la obra del egipcio Ahmed Morsi (1930) una forma reflexiva sobre la identidad, el tiempo y la posición del ser humano en el universo. Por medio de figuras humanas y formas que evocan todo tipo de seres vivos, su obra se disuelve en composiciones que aluden a la espiritualidad.
Sus creaciones pictóricas hacen referencia a la cultura árabe por medio del empleo intenso del color, el simbolismo y el lirismo, pues cada trazo alude a la poesía y la expresión de sentimientos y modos de pensar.
Como muchos otros artistas del Medio Oriente, estos creadores demuestran que el arte pictórico contemporáneo es, además de una composición estética, una manifestación que narra elementos históricos, políticos y espirituales. La diversidad de estilos da cuenta de la complejidad de las sociedades de la región.
El arte contemporáneo de Medio Oriente, además de activar conciencias, cuenta historias, denuncia actitudes contrarias al bienestar y la felicidad y sana sentimientos, en diálogo permanente con la búsqueda de la paz y la pluralidad.