Los sitios más sagrados del mundo árabe
La riqueza milenaria del mundo árabe despliega un conjunto de sitios sagrados que trascienden su función religiosa, y representan pilares de suma importancia en la historia, la identidad y la espiritualidad de millones de personas.
A continuación, Green Zone Foundation invita a realizar un recorrido por algunos de los sitios sagrados que, aunque vieron la luz por primera vez en distintos momentos históricos y contextos, han trascendido para convertirse en símbolos universales de devoción, santidad y cultura.
La Meca: epicentro de la espiritualidad musulmana

Considerada la ciudad más sagrada de los musulmanes, La Meca se ubica en el suroeste de la península arábiga, en el territorio que actualmente ocupa Arabia Saudita. En esta región, hacia el siglo VII, el profeta Mahoma inició la difusión de la religión islámica.
El monumento más importante de La Meca es la Kaaba, un cubo de piedra que se localiza en el centro de la Gran Mezquita, sitio que, según narra la tradición islámica, fue construido por Abraham y su hijo Ismael para adorar a Dios.
El edificio está cubierto por la kiswah, una tela negra bordada en oro, donde se concentra el poder espiritual que transmiten las oraciones de los musulmanes del mundo entero, que oran a diario mirando en dirección a La Meca.
Millones de peregrinos musulmanes llegan cada año a esta ciudad. Según las reglas del Islam, una de las cinco obligaciones es ir a La Meca al menos una vez en la vida, y una vez en el sitio, realizar un conjunto de rituales como símbolo de unidad, humildad y sumisión ante Dios.
Medina: la ciudad del Profeta Mahoma

La segunda ciudad más sagrada para los musulmanes es Medina, que se encuentra a una distancia aproximada de 450 kilómetros al norte de La Meca.
Medina acoge la llamada Mezquita del Profeta, sitio donde reposan los restos de Mahoma, por lo que muchos peregrinos se llegan a ese sitio para rendirle tributo.
En el año 622 de nuestra era, año que marca el inicio del año islámico y un punto de inflexión en la historia del Islam, Medina se convirtió en refugio para Mahoma, por lo que en la actualidad simboliza el sitio donde se consolidó la comunidad musulmana inicial.
A lo largo de los siglos, los habitantes de Medina se han ocupado en remodelarla y ampliarla, respetando su esencia sagrada y la conexión con la vida y las enseñanzas de Mahoma.
La Mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca en Jerusalén

El barrio musulmán de Jerusalén, una de las ciudades antiguas más disputadas del mundo, alberga dos estructuras de suma importancia para el islam: la Mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca.
Ambas se ubican en la explanada conocida como el Noble Santuario (Haram al Sharif, en árabe). Hacia el siglo VII se construyó la mezquita, luego de que el califa Omar ibn al-Jattab liberase a la ciudad del dominio bizantino.
Según la tradición islámica, el profeta Mahoma emprendió su viaje a los cielos desde la Mezquita de Al Aqsa, marcando la conexión de Jerusalén con la fe islámica. En el interior del edificio se encuentra el Domo de la Roca, una construcción coronada por una cúpula de color dorado, donde se cree que Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo para mostrar su fe inquebrantable a Dios y desde donde Mahoma ascendió al cielo.
La cuna del Islam en el norte de África: la Gran Mezquita de Kairuán

La ciudad tunecina de Kairuán alberga a una de las mezquitas más antiguas y veneradas del mundo islámico. Se trata de la Gran Mezquita de Kairuán, conocida también como la Mezquita de Uqba, un sitio considerado el cuarto lugar más sagrado del mundo islámico.
Además de ser un centro de oración, la mezquita simboliza la expansión del islam hacia las regiones del Magreb y África del Norte. Desde el punto de vista arquitectónico, el edificio recibe influencias bereberes que, junto a las raíces árabes, crean un estilo único y duradero.
La construcción, además, ha sido foco de aprendizaje religioso a lo largo de los siglos.
El oasis de Petra

Localizado en Jordania, el oasis de Petra posee un carácter sagrado en la tradición árabe preislámica, especialmente para los beduinos.
La ciudad de Petra fue fundada en el siglo VI antes de Cristo, y ahí se pueden visitar los templos, altares y tumbas que narran las historias de dioses, creencias y actos ceremoniales que marcaron la identidad y la cultura de esos pueblos, antes de la llegada del islam.
El sitio es un recordatorio de la riqueza cultural de las raíces de los pueblos árabes, e invita a reflexionar en el puente que sirve de conexión a dos mundos con creencias diversas.
Los sitios sagrados de la cultura árabe son un recordatorio de la memoria histórica y la riqueza cultura de la región. El simbolismo de cada espacio invita a reflexionar sobre la espiritualidad y la diversidad de las civilizaciones árabes.
Quienes se acercan a esas naciones por primera vez, tienen en estos sitios sagrados un reflejo de la fe, la cultura y la historia de pueblos milenarios, que aún en la actualidad continúan escribiendo páginas gloriosas para la humanidad.